martes, 29 de noviembre de 2011

La Política, el ninguneo y la moto


El ninguneo poh wn, hace un rato estaba leyendo una calumnia (o era columna?) de un amigo “gobiernista” en este prestigioso pasquín y meditaba sobre el gran valor que en la derecha le dan a la palabra “liberal”, todos dicen ser liberales wn, pero todos; y el que sin duda es neo liberal, algo por supuesto muy distinto, te dice, “no, no es que no sea liberal, más bien soy pragmático”, cachai que igual le agrega la palabra “liberal” a la frase y de inmediato sube su plusvalía “gramático – político - cultural”.


Claro, antes era diferente, de inmediato te dabas cuenta de que alguien era de derecha cuando te decía: “No, no creo en la política, al fin y al cabo debo ir a trabajar igual”. El denostar la política, creo yo, es una herencia del régimen dictatorial en el cual vivimos, en donde era todo un tabú hablar de política o religión en las comidas con la familia (bueno, no sólo en las comidas), además de ser un discurso impuesto por el gobierno imperante.


Entonces, de los “liberales” de derecha, retrocedemos a los “apolíticos”, pero en Twitter es aún más entretenido, cada vez que se habla de aberraciones como las hechas por Krassnoff o Labbé los amigos de derecha callan, nada dicen ¿Seguirán la tendencia impuesta por Carlos Larraín de relativizar el dolor ajeno? Lamentable ejercicio si me lo preguntan.
Pero no todo va a ser para un solo lado, se han dado cuenta que los amigos de izquierda casi siempre se van a extremos, se enseñorean del vocablo “tolerancia”, como bien expone @miguelretamal y nada, pero nada los saca de esa “plataforma moral” de creer ser dueños de la razón y de los valores sociales, es más, creen ser dignos al no transar, confundiendo esto con lo de buscar un acuerdo mejor para el país, por algunos momentos olvidan que no sólo ellos viven en esta “estrecha franja de tierra” (Lugar – común, esos si que son conocidos poh).


Ahora, sólo algo más que destacar, todos hacemos política, aquellos que intentan ningunear esta actividad caen en el terrible error que la ignorancia les da, lo cual, por si no se dan cuenta, muy mal los deja, pero en fin, allá ellos. Por mi parte creo que cada vez que escucho – leo algo relativo a la “tolerancia” se activa una parte de mi cerebro intentando descubrir el buen empleo de la palabra (tonteras de uno).


Y claro, pedir disculpa por este post o columna, o artículo tan “político” escrito por estos lares, pero siempre es bueno recordar aquello que es “políticamente incorrecto”, para hablar de motos y otros menesteres quedarán páginas y rutas por describir.

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