lunes, 24 de diciembre de 2012

EL OLIMPO III




Poseidón

Tantas cosas se han hablado de Poseidón, también llamado Posidón, que uno ya no sabe que es correcto o no, se dice que era pendenciero, hosco, bueno pa la juerga, el carrete, la marcha o como quieran llamarla, que al igual que su hermano Zeus, perseguía cuanta falda se encontraba. Lo cierto es que fue hijo de Crono y Rea, engullido por su padre cuando nació, rescatado por Zeus y que al finalizar la guerra con los Titanes, por sorteo le tocó gobernar los mares.
        Así, Poseidón era el Dios de los mares, las tormentas y en su papel de “agitador de tierras”, el Dios de los terremotos, es más, se dice que la UDI intentó crear una comisión investigadora en la Cámara de Diputados para culpar al Dios de lo ocurrido el 27 de febrero del 2010, pero desistieron porque era más fácil ensañarse sólo con Bachelet.
        Poseidón no es solo conocido por ser el Dios de los mares, tenía una relación muy cercana con los caballos, algunos lo llamaban fetiche, pero lo cierto es que se considera a sí mismo el padre de estos nobles animales, tanto que en una ocasión se transformó en uno para “montar” a Deméter que estaba transformada a su vez en yegua.
        Al igual que su hermano necesitaba tener una dama que reinara a su lado en las profundidades del mar, por lo mismo, comenzó a cortejar a Tetis una de las Nereidas, estas cabras eran 50, conocidas como las ninfas del mar; por asuntos de profecías (ya se lo quisieran los Mayas) prefirió cortejar a Anfitrite que lo encontraba horrible (no digamos que era muy agraciado) y sólo gracias al mensajero llamado Delfín (que después hizo una canción a las Torres Gemelas) logró que la ninfa diera el “Si”. De esta unión se relata que nacieron Tritón, abuelo de la famosa galletita, el gigante Orión, al cual #Metallica le hizo un excelente homenaje musical y el Cíclope Polifemo.
        Poseidón como su hermano, no se contentaba sólo con su señora y era muy conocido por tener sus aventuras “acuáticas”, provocando unos celos descomunales a su conyuge, por dar un ejemplo, Anfitrite cuando conoció de la relación de Poseidón con Escila, hija de Forcis, transformó a esta en un monstruo ladrador de seis cabezas y doce pies.
        Lo que siempre queda en evidencia, eso si, es que el Dios de los mares le tenía ganas a Athena, sus desavenencias son fuentes de conflictos para todos en El Olimpo. Primero quiso tomar Ática para si, después envió olas gigantes a Arene que era la ciudad de residencia temporal de la Diosa, le disputó Trecén, asunto que llegó a La Haya del Olimpo, lo cierto, es que algo había que Poseidón y Athena se enfrentaban constantemente, pero la gota que rebasó el vaso fue el asunto de Las Gorgonas.
        Las Gorgonas eran tres, Esteno, Euríale y Medusa, ahora, el problema no fue que Poseidón tuviese un revolcón con la última. El problema fue que ese revolcón, Poseidón y Medusa lo hicieron en uno de los templos de Athena, que al enterarse y de “puro picá” las tomó con la Gorgona. La Diosa transformó a Medusa en un monstruo alado con ojos deslumbrantes, grandes dientes, lengua saliente (le costaba pronunciar la R). La pobre Medusa terminó además con garras afiladas y cabellos de serpientes y su mirada ponía duro a los hombres, es decir, los convertía en piedra. Sufrió mucho durante años, hasta que la Gorgona que hablaba como Marcelo Salas, fue decapitada por Perseo y de su cuerpo muerto nacieron dos hijos más de Poseidón: Crisaor y Pegaso (que posteriormente tuvo un papel en una de las temporadas de Sailor Moon).
        Por último dejar en claro que a Poseidón se le confunde algunas veces con Neptuno, pero el Dios fofo de los romanos no le llegaba ni a los talones al griego. 

martes, 18 de diciembre de 2012

HISTORIAS DE LA VIDA REAL



El Día que el Papa Tuiteó

Fue un despertar tranquilo, nada presagiaba el horrible desenlace que tendría el día aquel, que sinuosos testigos podrían declarar que los cielos se abrirían y su voz retumbaría en esta tierra…
El asunto es que después de una agradable noche de primavera, que parecía otoño, me levanté de la cama de madrugada para oír a los pajarillos cantar, bueno ya mentira, tuve que ir al baño y no pude seguir durmiendo.
Pasadas tres horas desde la caída del catre y ya vestido con el mejor traje, es decir, polera, jeans y zapatillas, me fui al trabajo. Debido a una rebelde fractura de hace ocho meses que aún producía ciertos dolores, contraté a un “caballero” para que me pasara a buscar todos los días por la mañana, verán, el lleva a sus hijos al colegio cerca de mi trabajo y aprovecha de ganar unas lukitas. No hay otra forma de decir que sus hijos de 8, 9 y 10 años (no perdió el tiempo esas temporadas el caballero) son un plomo, pergüetanos que mandonean a su padre, le gritan, lo tratan como basura frente a extraños y el “caballero” sólo sonríe. Aquel día, por lo menos para mí, se pasaron de la raya y sin embargo el gritoneado me hacía entender que por estas fechas se comportaban así, por mi parte pensaba que un “adiós tía Paty, adiós tía Lela” les vendría de perilla a cada uno de ellos.
Ya en el trabajo reflexionaba sobre la poca tolerancia que tenía de hijos ajenos y padres bobalicones y permisivos (aquí seguramente vendrá el famoso discurso de que nadie les enseña a ser padres). En aquella reflexión me encontraba cuando aparecieron de la nada cinco colegas en mi oficina para tratar algunos temas, pero ahhhhh, no sé en qué momento la discusión derivó en sus hijos y yo poniendo mis mejores caras de indiferencia ¿Cómo decirle a un colega que con suerte me acuerdo de su nombre y voy a recordar el de su hijo? Pero en fin, supuse que serían las fechas, la falta de atención, la falta de distracciones o las derrotas del día a día el que esos padres y madres desesperadamente buscaran proyectarse en la vida de sus hijos, algunos conversaban de lo buen ingeniero que sería, cuando el cabro chico apenas iba a cumplir cuatro años, comprenderán que no podía estar más interesado en el tema y necesitaba terminar con el asunto, así que con la empatía y simpatía que me caracterizan, miré al padre que hablaba y le pregunté con mi mejor sonrisa ¿Pero estás seguro qué es tu hijo?
Poco a poco se fueron dispersando, seguramente con suerte recibiría un par de calcetines de feria como regalo de amigo secreto de fin de año, pero había valido la pena.
Dos horas después me llama el jefe para decirme que tenía que asistir a una reunión en la sede principal de la empresa, ese fue el principio del fin.
Pasados cinco minutos de reunión, los involucrados no encontraron nada mejor que hacer que conversar… sobre sus hijos wn!!!! Pensé que era una cámara escondida, es que no podía ser que dentro de un mismo día los dioses me atormentaran tres veces con el ítem “hijos”. El tema no paró ahí, me van a creer que los padres y madres comenzaron a mostrar la foto de sus retoños y el ritual se extendía entre todos y sonreían y contaban anécdotas. Y aprovechando ese contexto, otro wn comenzó a contar cuándo su hijo de 5 años se perdió y todas las viejas lo miraban con cara de espanto y después una vieja le empezó a replicar al wn de la historia y comenzó una interacción grupal de historias de hijos perdidos y yo ya no daba más, pero lo peor estaba por venir, saqué mi celular y el 3G se había caído!!!!!!!!
No podía entrar a Twitter, no tenía con quien comentar mi sufrimiento y no podía salir de la sala de reuniones, me sentía abandonado, era un infierno, un sudor frío me inundó, comencé a sentir escalofríos, la urticaria asomaba. Me intenté calmar, respiré profundo, conté hasta 10, cuando creía que había alcanzado la paz interior, estos wnes comenzaron a hablar de sus mascotas!!!!!!!! El apego de sus hijos con las mascotas y vuelta al ritual de mostrar fotos y sonrisas bobaliconas. Y se sentían tan realizados hablando de otros que ya tenía claro que ese sería mi infierno personal y el 3G aún no volvía, me costaba respirar, se deslizó por el ambiente el tema de los regalos de Navidad, mi cuerpo no respondía, ya había perdido el habla, no me quedaba nada más que escuchar y asentir.
Fue entonces que comprendí todo, la reunión había comenzado a las 12:12 del 12 del mes 12 del dos mil 12, a esa hora, justamente a esa hora, el Papa, considerado el padre de la humanidad, ya había hecho su primer tuit. La maldición de @Pontifex había cobrado su primera víctima.

domingo, 16 de diciembre de 2012

EL OLIMPO II

Zeus


Acongojado me encuentro por estos días sin rumbo
Mi padre acecha, me rodea la codicia de éste mundo
Sólo la luz de tus ojos sobrenaturales me acoge
Sólo la odisea de encontrar tu amor vagabundo…

                                        Carta del joven Zeus a Metis
                                                                        Revus


        Entonces, Zeus se convirtió en el Tronpa, el Mandamás, el Caporal, el Condotiero, el Cacique, el Corifeo, el que la llevaba, el Jefe, el Califa, sobre todo califa del Olimpo. No, no era un Dios justo ni benévolo, más bien era llevado a sus ideas y bien oscuro, te diré.
        El asunto es que Zeus el todopoderoso necesitaba una mujer que se convirtiera en su pareja, con ese fin fue a cortejar a su hermana (estos dioses no estaban ni ahí con el parentesco) que en un principio lo rehusó, lo típico poh, estás de lo mejor intentando “engrupir” a una mina y ella sale con: “te quiero como hermano”; Zeus era de armas tomar y no iba a permitir que su hermana Hera lo rechazara, fue así que una noche convertido en un pequeño conejo fue abrazado por la susodicha, momento en que el Dios califa retomó su forma y la violó. Hera, para evitar la vergüenza y los comidillos de las vecinas sapas sin vida propia que moraban en su conventillo, decidió casarse con Zeus.
Ni te cuento la fiesta de ese matrimonio. Todos los dioses invitados, bar libre y la Sonora Olímpica tocando sin parar, fiesta sólo comparable a las que hacía el Negro Piñera en Cerro Castillo (sin VIF eso sí).
El mito señala que Zeus la pasó tan bien en su noche nupcial que la hizo durar 300 años, otros, sobre todo las malas lenguas, dicen que el Dios después de media hora en el lecho con Hera se quedó dormido por un poco más de 299 años.
De ese matrimonio nacieron Ares el Dios de la guerra, su hermana gemela Eris Diosa de la discordia, Hefesto el Dios del fuego y la forja y Hebe que era algo así como la “ayudante, junior, copera” de los demás Dioses. Es dable señalar que ciertos entendidos en la materia establecen que Hebe no era hija de Zeus, si no que fue concebida por Hera cuando esta tocó una lechuga, pa que vean el poder de una lechuga saludable; y ya que las lechugas son saludables, cuando vea una no olvide saludarla (#TengoPeores).
Pero Zeus, lejos de contentarse con su bella señora se iba de juerga y se metía con cuanta falda encontraba, de esas aventuras se tiene conocimiento que nacieron las estaciones, las tres parcas, las Carites, las tres musas de Mnemósine y muchas otras criaturas. El patrón del Olimpo no paró ahí, se metió con Maya (no la abeja ni la de Ñuñoa), hija de Atlas y de esa sacudida nació Hermes; después se arrinconó con Leto, hija de Ceo de la cual nacieron Apolo y Artemisa y a diferencia de Don Francisco, todos fueron reconocidos por Zeus.
Disfrazado de humano se metió con Sémeles, hasta que la cornuda de Hera se enteró y logró que esta no permitiera que Zeus volviera a su lecho, enojado el Dios le tiró un rayo y la mató. Lo que casi nadie sabía es que Sémeles estaba embarazada #Chan! Allí es donde entra el bueno de Hermes, que conociendo de la situación logra rescatar al seismesino del cuerpo de su madre. Un día mientras Zeus dormía una siestecita para pasar la caña, Hermes le cosió la guagua en uno de sus muslos y pasados tres meses, nace (o renace) Dionisio, el mejor de todos los Dioses.
Otra cosa es Dione, de ella estaba prendado Zeus y de su relación nació Afrodita, la más rica de todas (ese era su nombre técnico).
Sin embargo, de acuerdo a los versos encontrados del autodenominado “gran semipoeta” Revus, el gran amor del Dios Padre era la Titánide Metis, quien ayudó a un Zeus joven a escapar de su progenitor Crono que lo acechaba. El tema es que ya siendo el jefe del Olimpo, Zeus seguía flechado por Metis, la que buscaba cualquier excusa para no encamarse con el Dios, pero tanto va el cántaro al agua que en una de esas madrugadas cayó rendida a sus pies. Transcurrido un tiempo en que los tortolitos no salían de la cama, un oráculo previno a Zeus: “Por tu calentura serás condenado, si Metis concibe a un hijo varón, niñito de sexo masculino, correrás la misma suerte que tu abuelo Urano y tu padre Crono” (léase con voz de ultratumba para dar un mejor efecto). Zeus, realmente asustado, ahí mismo se comió (literalmente) a Metis.
Pasado una estación y ya superada su gran pena, comenzó a sentir los peores dolores de cabeza del mundo mundial y de la vida viviente, tan potentes que el Dios sollozaba y sufría espasmos de padre y señor nuestro. Fue en uno de esos ataques que lo encontró el buen Hermes y como hijo que era, llamó a su medio hermano Hefesto y éste con un cincel y martillo abrió el cráneo de su padre del que  salió  de manera campante, majestuosa y con armadura Athena (Atenea pa los españoles), quien posteriormente llamó a Seiya, Shiryū, Hyoga, Ikki y Shun para combatir con los Caballeros Dorados, pero esa es otra historia…

sábado, 8 de diciembre de 2012

EL OLIMPO I


Previously… on Olympus Mountain

Dicen que en un principio sólo existía el caos, de éste surgió Gaia, la Diosa de la Tierra y como se sentía sola, soñó que tenía un hijo, pero no era naa sueño poh, pues realmente de ella nació Urano, el Dios de los Cielos (les suena ¿no?).
        Ahora, como estos cabros vivían solos en la inmensidad y no estaban ni ahí con el incesto, se convirtieron en pareja; no sabís naa como le gustaba la tontera a Urano, así que de tanto “dale que dale”, concibieron a los “Gigantes de cien manos”, que llamaron: Enarco, Giges y Coto (que ahora dirige a la Unión Española). Pero la cosa no acaba ahí, como no había televisión en ese tiempo, recurrían a la práctica alternativa de entretención, fue así como nacieron los “Cíclopes”, que eran re buenos pa construir murallas y muchas otras cosas. Como los Cíclopes sabían demasiado, según Urano, los desterró al Tártaro, que es una especie de crudo alemán, pero además en este caso, es el lugar más lejano del inframundo. Como ya sabemos, Gaia y Urano seguían arrepretujados y bien juntitos ellos dos, concibieron a los Titanes (no, no los del Ring) y Titánidas, que digamos que no eran muy agraciados, gigantes, ociosos, burdos y vulgares, así como pa destacar, encontramos a: “Océano, Atlas, Rea, Metis y Crono”.
El asunto es que una madre siempre es una madre y Gaia quedó con la bala pasada por el destino que sufrieron sus hijos los Cíclopes, además según cuentan las malas lenguas, estaba un poco cansada de que Urano no le regalara ni una flor o la invitara a salir y sólo se arrimara a ella pa la tontera. Por lo mismo, incitó a los Titanes (ya dije que no eran los del ring ¿no?) a rebelarse a Urano y como Crono pescaba hasta los fierros calientes, aceptó el desafío y recibió de su madre una hoz de pedernal.
Crono no era nada de wn y esperó a que Urano se durmiera con caña para atacarlo junto a sus hermanos y para acabar de una vez, Crono le cercenó, le cortó, le arrebató su hombría, es decir, lo castró y asiendo con la mano izquierda los órganos genitales de Urano, se mofó y arrojó sus bolitas al mar, junto con la famosa hoz. Urano era tan fecundo que con la sola sangre que no alcanzó a caer en el mar, sino en la tierra, nacieron las tres Erinias, también llamadas Furias, cuya labor es cobrar venganza del parricidio, conocidas como Alecto, Tisífone y Megera. Ya que todo el asunto partió por los Cíclopes, estos fueron rescatados del Tártaro y devueltos a la Tierra, pero estaba claro que Crono era medio Pinochet pa sus cosas, tomó el poder y al tiempo volvió a desterrar a los Cíclopes, que ya a esta altura estaban pal soberano tandeo, de vuelta al Tártaro, donde de puro aburridos que estaban, inventaron la salsa que hasta hoy lleva su nombre. Sabemos que todo Pinochet necesita una junta y esta no fue la excepción. Crono gobierna junto a sus hermanos y no teniendo noción de que la familia de bien es el núcleo fundamental de la sociedad, desposa a su hermana Rea.
Pasaban los días y durante las noches, en sus sueños, Crono recordaba la maldición que en sus últimos instantes le gritó Urano: “Uno de tus hijos hará que corras la misma suerte que yo, uno de tus hijos te matará”; por lo mismo, cual Karadima, pero de otra manera, se comía a todos los cabros chicos nacidos de Rea. A su estómago llegaron Hestia, Deméter, Hades y Poseidón (de ahí el dicho de que las guagüitas no se mastican) Rea ya no podía soportar más la conducta de Crono y en su enojo máximo le gritaba: “Te pareces tanto a tu padre”, sabiendo que eso molestaba más al Dios. Pasado un tiempo, Rea concibe a Zeus y para que Crono no lo engullera, envuelve una piedra en lugar del cabro chico en los pañales y se lo da a comer a Crono, que como era medio ciego y pa que vamos a andar con cosas, también harto wn, cae en el engaño sin darse cuenta.
Zeus es escondido en una cueva del monte Egeo hasta que alcanza su virilidad y posteriormente, gracias a Rea, consigue el puesto de copero de los Titanes (copero poh!), valiéndose de esa oportunidad, una de esas noches de farra, Zeus aprovecha de darle un vomitivo a Crono, algo así como un libro de Pilar Sordo líquido, lo que hace que sus hermanos anteriormente engullidos, vuelvan a la vida siendo escupidos. Crono estaba tan borracho que sólo se dio cuenta mucho más tarde y Zeus y sus hermanos lograron escapar, ya reunidos y en agradecimiento todos nombraron a Zeus como su líder en la guerra que se aproximaba contra los Titanes.
La mentada guerra entraba en su décimo año cuando Gaia profetiza que Zeus ganará, pero que para eso debe rescatar a los Gigantes de Cien Manos y los Cíclopes del Tártaro (era que no), cosa que los hermanos llevan a cabo y en agradecimiento, los Carlos Tapia de la mitología griega, le conceden a Hades un yelmo que lo vuelve invisible - tipo Harry Potter- a Poseidón un Tridente y a Zeus el rayo.
Aprovechando sus nuevas armas, en plena batalla mientras Poseidón se enfrentaba a Crono, Hades con su yelmo (a.k.a. capa de invisibilidad) le roba las armas y Zeus aprovecha de asestarle un rayo. Los demás Titanes se ven vencidos y se rinden, aún así son asesinados por los tres hijos de Crono, dejando vivas a las Titánides en honor a las que los ayudaron. Para dar un castigo ejemplar, al Titán Atlas le encargan la eterna tarea de cargar en sus hombros con el peso del mundo (Se acuerdan de esos concursos de Mister Atlas? #Viejazo)
Ya terminada la guerra, los nuevos Dioses, porque eso eran, se van vivir al Monte Olimpo, se declaran “Clase Media” (tipo Golborne), construyen su DFL2 con el correspondiente subsidio y acuerdan hacer un sorteo para ver con que parte del mundo se quedan, ni te cuento que el famoso sorteo estaba más arreglado que la CASEN. Zeus se queda con el cielo y la tierra, Poseidón con los mares y ríos y el humilde Hades (versión mitológica de Fredo del Padrino) se queda con el inframundo.
Comenzaba así la seguidilla de escándalos, dimes y diretes, líos de faldas y chimuchinas varias que ya se quisiera “Primer Plano”.