jueves, 21 de enero de 2016

Copa Hokuto X



Ex Machina

Lo primero que se nos viene a la cabeza después de ver Ex Machina es la famosa alegoría de la caverna de Platón. Esta especie de puesta en escena de un test de Turing ampliado y modificado que deja cavilando al espectador en temas propios y ajenos, y que logra hacer reflexionar.
Alegoría de la caverna
Ex Machina es un thriller psicológico que cuenta la historia de Caleb, joven programador que trabaja en la compañía de Internet más grande del mundo y que gana un concurso para pasar una semana en la mansión privada del excéntrico director ejecutivo de la empresa. Cuando Caleb llega a esta mansión que se encuentra en medio de la nada, descubre que deberá participar en un experimento tan extraño como intrigante en el que interactuará con la inteligencia artificial más avanzada del mundo, que reside en el cuerpo de una hermosa mujer robot.
Alex Garland
Después de leer muchas críticas con respecto a esta película a uno le llama la atención encontrar tantas veces la frase: “Narración y trama arrogante y pretenciosa”. Pareciera ser que el primerizo Alex Garland que es quien escribió y dirigió este film, al intentar darle un desarrollo muy refinado, aunque  visualmente logrado, puede hacer que el espectador sienta una filtración de ciertas cuotas de pedantería, por lo menos a algunos espectadores. Esta producción que claramente parece una adaptación de obra de teatro y que trata el tema de la Inteligencia Artificial de una forma lenta en un principio, pero que se va desarrollando de una manera acorde a un thriller se debe felicitar en definitiva, sobre todo por intentar tratar con elegante estética, soundtrack minimalista y un guión que respira trascendencia, un tema tan trillado a estas alturas, como lo es la I.A.
Black Mirror
Si bien es cierto que el desarrollo final se comienza a hacer un poco predecible, este capítulo especial y de larga duración de Black Mirror logra algo que varias películas buscan pero no encuentran, que el espectador salga con una sensación reflexiva de inspección personal y variadas preguntas sobre lo que la humanidad puede avanzar sin que ni siquiera nos demos cuenta dentro de nuestra inmovilidad. 
Óscar Isaac
Alicia Vikander
Y volvemos al tema de las expectativas y todo lo que ellas condicionan para  encontrar que una película sea excelente o mediocre, bajo ese concepto podemos señalar que si bien la película es de cocción lenta y al andar se vuelve algo predecible, las actuaciones logran incorporarte en la atmosfera que busca su director, Alicia Vikander como Ava nos convence con sus mínimos gestos, Domhnall Gleeson como Caleb Smith también logra credibilidad, pero quien realmente destaca es Oscar Isaac como Nathan Bateman, si, el guatemalteco Óscar “Poe Dameron” Isaac, consigue convencer completamente al espectador sobre el rol que juega en el film. Punto aparte es Sonoya Mizuno como Kyoko y todo lo que significa en el entramado completo de la narración.
Domhnall Gleeson
En general Ex Machina logra aquello que persigue, sólo que de modos diferentes a lo que al parecer buscaba su director, se puede catalogar de película de desarrollo pausado que juega con el morbo y que logra mantener sus interrogantes hasta bien avanzado su metraje, con unos efectos especiales que ayudan al desarrollo de la trama y que en su intento aplaudimos, con fallos, cierto, pero nunca dijimos que era una película perfecta, un muy buen largometraje de Alex Garland, para ser el primero.

Desde esta butaca, le damos una nota 7 de un máximo de 10, a esta obra de ciencia ficción.





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