martes, 12 de enero de 2016

Copa Hokuto III



Трудно быть богом
Trudno byt' bogom


Qué difícil es ser un Dios, cuenta en tres horas la historia de unos científicos q viajan a otro planeta, muy parecido a la edad media terrícola y que por sus protocolos se supone que no pueden intervenir. Allí, entre la caca, el barro y enfermedades venéreas, gobiernan con crueldad absoluta los típicos wnes “nobles”, buscando mantener el poder a toda costa y por lo mismo, persiguiendo a cuanto pergüétano se crea saber algo más que ellos (todo muy parecido a la Iglesia Católica, esa que ustedes ahora aman por tener un Papa progreJAJAJAJA).

El tema es que cualquier wn que abogue por más ciencia o cultura, coopera. Los astronautas terrícolas, que deben  observar la evolución de esta sociedad tienen que pasar piola y por lo mismo se integran a la comunidad como uno más de los locos. El gran problema es que uno de estos científicos terrícolas no puede disimular sus avanzados conocimientos y comienza a ser mirado como hijo de dioses, elegido, Neo, Naruto o cuanto prota con toques de deidad que conozcan.

Y aún con prohibición y todo, el loco igual comienza a intervenir, así, poco a poco, cual Dios Errante en Mareas de Medianoche de Malaz el Libro de los Caídos; a toquecitos, empujones, poco a poco, pa ver si despabilan los longis.
Según cuentan, el Aleksei German había planificado esta película toda su vida, su sueño era adaptar esta novela rusa de ciencia ficción, escrita en 1964 por Arkadi y Boris Strugatski, Трудно быть богом. El Aleksei desde 1968 ya había escrito una especie de primer guión, el proyecto quedó truncado hasta el año 1998, el 2000 comenzaría un rodaje de cerca de 6 años y la post producción 6 años más. Como la cosa duró bastante, el Aleksei no pudo ver su obra completada y el hijo de este la terminó, siendo su primer estreno en el Festival Internacional de Roma del 2013.


Como ven, la película pasó por las de Kiko y Caco antes de estrenarse y en definitiva darse a conocer pa este lado del mundo recién el 2015 y la crítica no puede haber sido más dispar, filmada en un violento blanco y negro, sin línea narrativa central y mostrando espeluznantes escenas de una macabra brutalidad, muchos concuerdan en señalar que Que difícil es ser un Dios, es una representación de cuan atado de manos se sentían los intelectuales rusos con su gobierno totalitario y cuantas humillaciones y sin sentidos tuvieron que soportar de los tipos que tenían el garrote por el mango y que no necesariamente eran inteligentes y/o cultos por aquello.

Ahora, podríamos plegarnos a todos aquellos expertos en cine, críticos galardonados y decir que visionar Que difícil es ser un Dios es para el espectador un momento que marca un antes y un después, el sólo verla te acerca a lograr un clamor interior que representa la belleza del mundo, los devenires ocultos del pensamiento, es una obra única, inalcanzable por ningún otro ser humano, se es testigo de una obra de arte impensada, con toques lúgubres, un destello de genialidad nunca antes visto en el séptimo arte…
Pero eso sería una mentira del porte de un buque, además no formamos parte de aquellos intelectualoides que alaban cualquier tontera que se encuentre en blanco y negro. La cosa esta es lentísima, sin una narración definida, con extensas escenas grotescas, repugnantes y llenas de brutalidad prácticamente sin sentido.

Siguiendo con el paralelismo de Malaz el Libro de los Caídos (que es una de las mejores obras de fantasía épica), la película exige al espectador, tal como Malaz al lector, de toda su concentración para seguir la trama y las escenas, con sus respectivos trasfondos, algunos de un mal gusto indecible; nótese que el equipo tras esta cuenta le dio por lo menos dos oportunidades a la película, ambas con el mismo resultado, superando la repugnancia y lo pretenciosa que es la obra en si, aburrió. Y que tengas que mamarte tres horas de un desarrollo lentísimo, para llegar a comprender la maldad y brutalidad humana que en realidad no es humana, no merece ser considerada por nadie, una obra maestra. La película pareciera estar hecha para aquellos seres que por regla general se sienten superiores al resto por tener un sentido del gusto refinado en cuanto a cine arte (que no es tal).



Como conclusión de toda esta reseña:

1.-  No vea la película, no es necesario, no se pierde de mucho.
2.- Lea una de las mejores obras de Fantasía Épica de todos los tiempos, lea Malaz El Libro de los Caídos.




Entonces, de un máximo posible de 10, la nota pa esta, que algunos consideran la mayor obra de arte del actual siglo, es de un 3.

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