The
Martian
Más
claro echarle agua, The Martian es
una película gringa; partiendo de esa base podemos comenzar a analizarla, todo
el que busque algo más que esta premisa se perderá en críticas sin sentido que
ni vengan al caso. No verán profundos diálogos filosóficos, no descubrirán el
sin sentido del caos anárquico que crea estado naciones; no es un tratado de dialéctica
aristotélica escolástica, no, es una buena película de ciencia ficción gringa.
La
película está basada en la novela homónima de Andy Weir que la vendía re barata por Amazon. Entonces el bueno de Ridley Scott la tomó y dijo: Tate! Esta
película quiero hacerla a mi estilo, es decir, detallada, aparatosa, de esas
que meten ruido desde que se elige al casting, así el Ridley, el mismo de Alien (1979), Blade Runner (1982) y Prometheus (2012), vuelve a la ciencia ficción dura, pura,
científica con The Martian.
El casting como ya decíamos, es excelente, entre
otros encontramos a: Jessica Chastain,
Kate Mara, Michael “Genial en Ant Man” Peña, Sebastian “Winter Soldier” Stan, Aksel Hennie, Matt Damon (el prota), Chiwetel Ejiofor, Jeff Daniels, Sean “Me matan en todas las
series que participo” Bean, entre varios más.
El elenco podríamos dividirlos en
tres grupos:
-
El Naufrago que
tira tallas pa reducir estrés.
-
Los Perdidos en el
Espacio, A.K.A. Marcianos Demócrata Cristianos y
-
Los empleados
públicos de la Tierra
Destacando
claramente a los DC que con bien poco tiempo en pantalla y re pocos diálogos definen muy bien a sus
personajes y pasan a ser más que creíbles.
El
protagonista debería haberse llamado Mark
Wahlberg y ahí si q la hacen, recordemos que ambos actores han contado
varias veces la anécdota de que siempre los confunden cuando los pillan en la
calle.
El
tema es que Mark Watney es un
astronauta, botánico e Ingeniero
Mecánico en alguna tontera espacial de la NASA que en una tormenta
arenosa - que ya salieron como 500 pericos a decir que la fuerza de esa
tormenta no es factible por el 30% de no se que y bla bla bla - se le da por
muerto y sus compañeros, camaradas, correligionarios abandonan el planeta sin
pillar rastro de él porque están arrancando de esta “incorrecta científicamente
hablando” tormenta.
El bueno de Mark, al que se le rompe el traje pero
misteriosa y científicamente sobrevive a la dichosa tormenta se pilla sólo,
triste y abandonado en el planeta rojo (siempre quise decir planeta rojo con
alguna justificación científica); bueno, no tan triste, el loco siempre fue
optimista y eso ayuda a empatizar con el wn.
Así, a base de caca propia y ajena, tierra estéril
de Marte, su par de explosiones y unas papas de dudosa procedencia, busca
sobrevivir sus buenos meses, hasta que pueda contactar con la tierra o con sus
compañeros Marcianos Demócrata Cristianos y de eso trata la película poh, de la
odisea de un wn optimista que no se echa a morir cuando lo sacan de su grupo de
guasap, de la epopeya de un wn al que se le cae Twitter y descubre que se
pueden hacer cosas solo y que hay vida más allá de la red, bueno, algo parecido
a eso.
Todo
el proceso de sobrevivencia y sus fáciles explicaciones son muy interesantes de
digerir y uno que no tiene idea de biología, química, física cuántica o caca
ajena, se compra el cuento. Quizás las partes más lentas de las dos horas y
doce minutos que dura la película, las encontramos en los diálogos de los
empleados públicos de la Tierra, pero la verdad es que no son nada
espantoso tampoco, si los locos son todos buenos actores.
Lo
bueno de este tipo de películas de ciencia ficción es la cantidad enorme de
preguntas que le surgen al espectador y que el Ridley trata de resolver en su
película. Para lo anterior, es que cada detalle científico de la película fue
revisado por locos “for real” de la NASA para que se acercara lo más
posible a la realidad. Como toda película de Ridley, el aspecto visual es
realmente destacable, su atención al detalle y lo cuidado de las imágenes se
agradecen.
En definitiva es una película con buen ritmo, con sus
dosis de humor, bien construida, mononita, pero claramente gringa. A la cual
quizás si le cambiaran el final sería mucho más impactante.
De un máximo de 10, el equipo creativo de esta
cuenta, le da un 8,5.
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